Definición de Oratoria

La oratoria es descrita en términos generales como el arte de hablar con elocuencia, es decir, en términos simples es la capacidad que alguien dispone de hablar y exponer un punto de vista ante el público de modo claro, atractivo y comprensible. La palabra ‘oratoria’ proviene del término latino orare que significa ‘hablar o exponer en público’. Las habilidades oratorias de una persona son extremadamente importantes cuando de convencer, persuadir o atraer al público se trata, y es por esto que son especialmente trabajadas por políticos, publicistas, líderes empresariales, figuras públicas y del entretenimiento, docentes, etc.

Por caso es la finalidad de persuasión del destinatario, convencerlo de algo, que haga o piense tal cosa lo que distingue a la oratoria y la diferenciara de otros procedimientos de comunicación vía oral, como ser la didáctica, que se centra en la enseñanza, o la poética, cuya meta es causar placer y admiración en el destinatario.

La persuasión

La persuasión es la capacidad que alguien ostenta de convencer a otro de algo o de inducirlo a que piense como él y como indicáramos líneas arriba es una de las grandes aliadas de la oratoria. Usando determinadas palabras y combinándolas de una forma dada, la persuasión es capaz de lograr que una persona modifique su actitud o comportamiento hacia algún acontecimiento, una idea, una persona, un objeto, entre otros.

Mientras tanto, la misma puede hacer usos de diversos métodos de probada solvencia y eficacia como ser: reciprocidad (porque la gente tiende a devolver favores), compromiso (cuando una persona se compromete por escrito u oralmente con algo casi siempre tiende a respetarlo haciendo honor a su palabra), prueba social (las personas solemos hacer lo que vemos que otros también hacen), autoridad (generalmente las personas tendemos a confiar en aquello que nos proponen las figuras que disponen de reconocimiento social, incluso en aquellas situaciones que no propongan algo que sea tan agradable para nosotros), gusto (cuando alguien se siente a gusto con otro es muy raro que éste no lo convenza de algo) y escasez (cuando se percibe que algo puede faltar generará una demanda automática en el público).

Técnica y uso de la oratoria

Para alcanzar el cometido esperado, la oratoria basa su trabajo en el desarrollo del mensaje a comunicar, en las estrategias argumentativas y en el llamado de atención sobre un público determinado. Es por esto que muchas veces la oratoria puede no significar estar diciendo algo verídico si no atractivo para los receptores del mensaje. Encontrar el modo de decir las cosas que el público quiere oír y organizarlas a través de estructuras discursivas comprensibles y adecuadas a ese público específico son justamente las tareas más importantes de la oratoria.

El arte de la oratoria puede darse en diversas situaciones y espacios. Mientras es normal encontrar a personas con facilidad oratoria en eventos programados tales como exposiciones, debates y charlas, tales situaciones pueden darse a sí mismo de manera espontánea y cotidiana cuando las personas que están incluidas en la charla disponen de tales capacidades argumentativas.

Algunos consejos para convertirse en un buen orador

Además de las ganas es importante que quien quiera convertirse en un buen orador frente al público respete algunas cuestiones y siga algunas reglas a la hora de tomar el micrófono y echarse a hablar, entre ellas: privilegiar la aparición de la sonrisa, no exagerar en movimientos y gesticulaciones que hagan que se pierda la atención en lo que se dice y que la misma se vaya a los gestos, utilizar de manera medida el lenguaje no verbal, disponer de un tono de voz que se sea claro y que enfatice aquellas partes del discurso que se quieren destacar, usar ejemplos y anécdotas durante la exposición para de este modo sumar a la comprensión por parte del lector u oyente, nada mejor que un buen ejemplo, realizar preguntas para que el público pueda llevar a cabo sus propios razonamientos sobre el tema.

La importancia de la oratoria en la antigüedad

El nacimiento de la oratoria se remonta lejos en el tiempo y se ubica a Sicilia como su cuna, sin embargo, sería la cultura griega clásica la que le atribuirían prestigio y poder político. El filósofo griego Sócrates fundó una escuela de oratoria en la ciudad griega de Atenas que se proponía formar a los hombres y guiarlos para que persigan fines éticos que garanticen el progreso del estado.

Los antiguos griegos y romanos eran conscientes de la importancia de la oratoria y de la transmisión oral de información y de saberes. La oratoria no era entendida como una capacidad con la cual algunos individuos dotados nacían, si no que era algo que debía estudiarse y perfeccionarse de modo permanente. Para lograrlo, la participación activa en discursos, diálogos y exposiciones era esencial. Tanto Aristóteles como Cicerón son recordados como ejemplos claves de este tipo de comunicación griega y romana respectivamente.

 

DEFINICIÓN DE DISCURSO

Del latín discursus, un discurso es un mensaje que se pronuncia de manera pública. Se trata de una acción comunicativa cuya finalidad es exponer o transmitir algún tipo de información y, por lo general, convencer a los oyentes.

Discurso

Por ejemplo: “El gobernador sedujo a los empresarios con un discurso muy convincente”, “Ya basta de discursos: es el momento de actuar”, “El discurso del gerente fue recibido con poco entusiasmo por los trabajadores en el marco de la convención”.

Cabe destacar que, para la lingüística, el discurso puede ser oral o escrito. Esto quiere decir que algunos textos también pueden considerarse como discursos.

Para la filosofía, por otra parte, el discurso es un sistema de ideas que se construye de manera social. En este contexto, puede hablarse del discurso dominante en referencia a aquellas representaciones que son impuestas por las clases superiores y que terminan siendo aceptadas o compartidas por la mayoría de la sociedad.

Los discursos aparecen en ámbitos muy diversos. Estos mensajes son una parte esencial de la actividad política, ya que los candidatos en un proceso eleccionario, los dirigentes y los funcionarios suelen comunicarse con la población a través de discursos. Supongamos que un país está a punto de elegir un nuevo presidente: todos los candidatos pronunciarán diversos discursos durante la campaña para comunicar sus propuestas y seducir a los votantes.

En este sentido, hay que resaltar que hace dos años llegó a las pantallas de cine de todo el mundo una interesante película titulada El discurso del Rey. Tom Hooper fue quien dirigió dicha producción que consiguió romper las taquillas y obtener un sinfín de premios tales como Oscar, BAFTA, Goyas o Globos de Oro.

La misma nos cuenta la historia real de Jorge VI (Colin Firth) que, tras la abdicación de su hermano Enrique VIII, se convirtió en rey de Gran Bretaña y tuvo que enfrentarse a un gran problema: su tartamudez. Esta le ocasionaba situaciones de estrés y de gran inseguridad a la hora de realizar los discursos que, como monarca, se veía en la obligación de acometer.

Por tal motivo, decidió ponerse en manos del logopeda Lionel Logue (Geoffrey Rush) para así conseguir superar ese defecto. Y lo consiguió, eso sí, gracias a la experiencia de este profesional que desde luego utilizaba una serie de técnicas nada habituales y poco ortodoxas pero muy efectivas.

Desde entonces y durante toda la Segunda Guerra Mundial, el citado logopeda siempre estuvo al lado del rey a la hora de realizar y preparar sus discursos como el que realizó este en el año 1939 cuando Gran Bretaña decide declararle la guerra a la Alemania, que en esos momentos estaba en manos del movimiento nazi.

El discurso también se utiliza en la presentación de productos o servicios. Un empresario, en este sentido, puede convocar a la prensa y dar un discurso para anunciar la creación de una nueva marca.

También existen los discursos de agradecimiento que pronuncian los escritores que reciben un galardón, los actores premiados en un evento, etc. Entre los discursos de agradecimiento más significativos se encuentran así los que realizan los intérpretes cuando reciben un premio Oscar que han pasado a convertirse en uno de los momentos más interesantes de dicha entrega de galardones.